Un tranquilo y agradable departamento tipo estudio decorado al mejor estilo escandinavo con muebles de otras épocas que suman detalles vintage, logrando una decoración atemporal y cálida que invita a quedarse.
En el ambiente principal del estudio funcionan la sala y la recámara. La sala se compone de un amplio sofá de diseño actual y muebles de pequeño tamaño como una mesita de centro y silla con apoyabrazos, ambos de estilo vintage, complementados con un espejo de piso de diseño similar.
La combinación de muebles contemporáneos con otros de estilo vintage logran una decoración interesante y atemporal. El tapete colocado en diagonal al sofá adquiere protagonismo y da un look informal al ambiente principal.
El área para la recámara se armó en un rincón del ambiente principal de forma tal de no obstruir la circulación dentro del espacio. Consta de una cama matrimonial y un pequeño banco de madera que hace de buró, con una lámpara extensible.
Un librero a medida se colgó sobre la pared que comunica el ambiente principal con la cocina. Es de diseño económico con rieles y estantes de madera clara que combinan con la puerta y el resto del mobiliario del estudio. A la puerta que separa el ambiente principal de la cocina se le quitó la pintura, dejando la madera a la vista y creando un elemento que genera interés visual en la decoración por su textura y rusticidad.
La cocina es de diseño tradicional con muebles blancos y piso de madera. En lugar de alacenas se colocaron estantes para tener los diversos utensilios y vajilla a mano.
La encimera combina zonas con terminación en acero inoxidable con otras en madera para la preparación de comidas.
Es una cocina pequeña bien distribuida, con muebles que forman una «L» y permiten aprovechar mejor el espacio. El refrigerador o nevera queda incorporado en un amplio mueble que además aporta espacio de guardado adicional.
El único comedor del estudio se ubica en la cocina, compuesto por una mesa de madera clara con forma rectangular y cuatro sillas modernas en color negro, modelo Series 7 de Arne Jacobsen.
En todo el estudio se recurrió a diferentes accesorios decorativos para personalizar y crear rincones acogedores. En el comedor, una clásica repisa de la marca escandinava String junto a un cuadro delimitan visualmente la zona para comer mientras que el tapete rectangular añade color.
Desde la cocina/comedor se accede a un patio común en donde se ubicó un pequeño juego de comedor de exterior y diferentes plantas en macetas.
Via Alvhem