Un departamento pequeño de 1 recámara con 32 metros² de superficie total. Poco espacio pero bien aprovechado con todo lo necesario para vivir cómodamente y con estilo.
El departamento con diseño de interiores estilo escandinavo se divide en dos sectores: 1) ambiente principal donde funcionan la sala, el comedor y la cocina, todo integrado y, 2) la recámara.
La sala cuenta con una decoración neutral y colorida a la vez gracias a diversos cuadros sobre la pared principal que crean un conjunto irregular que decoran el espacio. El sofá y la mesa de centro son de pequeño tamaño, lo que les da una extraordinaria flexibilidad para adaptarse a espacios pequeños.
Actuando como espacio de transición se encuentra el comedor, ubicado justo en el medio entre la sala y la cocina. Consta de una pequeña mesa redonda de madera, ideal para cuando los metros no sobran y sillas en el mismo tono de color y un diseño visual bien ligero.
La cocina se ubica en un rincón, extendiéndose de pared a pared y aprovechando al máximo el poco espacio con un diseño lineal que logra incorporar todo lo necesario para cocinar cómodamente. Destacan los muebles de cocina en color gris bien claro que contrastan con la mesada o encimera de madera. En lugar de alacenas se instalaron repisas que dan ligereza visual al espacio y contribuyen a que se sienta menos saturado. La nevera de acero inoxidable queda a la vista pero incorporada en un nicho que se pintó del mismo color que los muebles de cocina para dar continuidad.
El revestimiento blanco en la pared de la cocina es de diseño neutral y ayuda a incorporar texturas diferentes a la decoración del ambiente principal.
La única recámara del departamento es muy pequeña, con el espacio justo para ubicar una cama matrimonial. Si bien funciona como ambiente independiente de la sala, está totalmente integrado ya que no cuenta con ninguna puerta que la separe totalmente.
La elección del color gris para las paredes crean un ambiente más íntimo y acogedor que contrasta muy bien con el suelo de madera de pino natural. Elementos como el banco que funciona como buró y el cuadro que hace de cabecera suman una cuota de informalidad a la decoración, lo que crea un espacio descontracturado y con estilo que invita a relajarse.
Desde la recámara se accede a un pequeño balcón. El uso de ropa de cama, cojines y textiles en colores variados dan un toque más cálido a la decoración mientras suman texturas diferentes.
Vista de la recámara hacia la sala. Los pocos elementos que configuran el espacio le dan a la decoración de la recámara un marcado estilo minimalista.
En el único baño del departamento, la combinación de revestimiento blanco y pintura gris para las paredes junto al piso en blanco y negro reproducen perfectamente una de las paletas de color características en viviendas de estilo escandinavo, creando un espacio dinámico e interesante. Para ahorrar espacio se instaló una ducha en lugar de bañera, lo que libera metros para incorporar una lavadora.
Estilismo por Emma Fischer y fotografías de Alen Cordic