Un departamento pequeño que con tan sólo 38 metros² se siente espacioso y acogedor a la vez, con interiores en estilo escandinavo moderno y una paleta muy neutral con el gris como color principal . Pero lo que realmente destaca de esta vivienda es la original idea para crear un espacio independiente para la recámara que también permitió reconfigurar el área de la cocina con una nueva distribución de muebles más cómoda y funcional, sin restarle luz natural.
Tras la creación de un espacio separado para la recámara, la cocina queda instalada junto al ingreso del departamento e integrada a la sala/comedor. Los muebles en color negro suman estilo moderno a la decoración, mientras que la distribución y diseño en «L» no sólo aprovechan mejor el espacio sino que optimizan el área para la preparación de comidas.
La nevera queda oculta dentro del mismo mueble de la cocina, lo que le da una apariencia más elegante al diseño. El contraste entre las encimeras de mármol y los muebles negros crean la clásica combinación de colores neutros tan común en las viviendas nórdicas.
Para la grifería y la pileta también se eligieron modelos en negro que acentúan la decoración monocromática de la cocina. Se instaló frente a la ventana que separa la recámara de la cocina, aprovechando la luz natural que proviene desde allí y haciendo que el espacio se sienta más amplio.
El espacio creado para la recámara es pequeño y bien distribuido, utilizando la misma escala de grises para la decoración que se encuentran en el resto del departamento, creando continuidad entre los ambientes. La cama se apoya sobre la pared que divide la recámara de la cocina, utilizando el amplio ventanal fijo de vidrio repartido como cabecera. En el caso que se requiera mayor privacidad, unas cortinas de tela gris permiten aislar visualmente la recámara.
En espacios tan pequeños cualquier superficie es útil para almacenar o apoyar objetos: en este caso se construyó un pequeño librero en un rincón difícil de aprovechar a la vez que se utiliza la base de la ventana como lugar de apoyo de adornos y objetos.
En el ambiente principal, un sofá de diseño contemporáneo junto a un par de mesitas de hierro configuran la sala del departamento, enmarcada visualmente por un tapete que repite la paleta de color del mobiliario y las paredes. Los cuadros apoyados sobre la parte trasera del sofá junto a la lámpara de muro acentúan la división visual de la sala a la vez que dan a la decoración un estilo más informal.
El espacio para el comedor se armó junto a la ventana, con una mesa extensible de madera pintada y sillas modernas modelo DSW de Eames. Las paredes pintadas en color gris junto a la carpintería en color blanco crean un contraste interesante en la decoración, a la vez que resaltan los detalles de la carpintería original de época.
Dado el poco espacio de la recámara, no fue posible ubicar allí un clóset para la ropa. Éste se instaló en la sala, extendiéndose desde el piso hasta el techo y con puertas en el mismo color que las paredes, que ayudan a disimularlo. Proporciona un generoso espacio para guardar ropa y objetos, con estantes y cajones que ayudan a mantener la ropa ordenada.
Plano del departamento de 38 metros² donde se puede ver la distribución de los espacios y la separación entre la recámara y la cocina:
Via unfarodeideas.blogspot.com