Una casa urbana de 90 metros² fue totalmente transformada gracias al proyecto de remodelación e interiorismo realizado por sus dueños, quienes supieron darle nuevos aires a una construccion que data del año 1585.
El estilo decorativo elegido para toda la casa fue el escandinavo, que define todos los ambientes con su simpleza y calidez, resaltando los detalles interesantes de la construcción original.
El sector del living con pisos de madera clara y techos de madera con vigas pintadas resalta por su luminosidad y altura, haciendo que el ambiente parezca más grande de lo que realmente es. El color blanco ayuda mucho a lograr ese efecto de amplitud. Los muebles son muy pocos y la mayoría son de diseño contemporáneo, con un sofá tapizado en gris claro como gran protagonista de la decoración. La mesita de centro realizada en metal y de estilo minimalista, junto al puff en cuero marrón y la alfombra de diseño étnico terminan de definir y enmarcar el pequeño sector de estar de la casa.
En la pared opuesta al sofá, justo delante de una ventana se armó un pequeño rincón de lectura con una silla «Eames Rocking chair» negra y un banquito de madera de diseo rústico como mueble auxiliar para apoyar cosas. Al costado, un gran baúl de madera proporciona espacio de guardado mientras que el cactus en maceta de terracota decora con su forma escultural y añade algo de color al ambiente.
Los muebles en madera natural junto a objetos coloridos como por ejemplo el puff tapizado en cuero marrón, aportan la cuota de calidez a la decoración escandinava.
Arriba, un rincón de la casa se aprovechó con un mueble de estilo clásico patinado en blanco. Abajo, en el sector debajo de las escaleras, se armó el comedor con una mesa de madera clara de diseño actual y sillas modernas de diferentes estilos. Para la iluminación, se eligió una lámpara colgante tipo galponera que generalmente son muy económicas. Un sector de la pared de fondo se pintó con pintura de pizarra, aportando más color a la decoración.
El dormitorio principal y el baño se encuentran en la planta alta de la casa y allí se optó por dejar las vigas de madera expuestas de la construcción original. De esta forma se convierten en un elemento que decora las habitaciones y le da un aire rústico y de otro tiempo a la casa. En la foto de arriba, la cama se colocó frente a la pequeña ventana del dormitorio, cumpliendo el rol de cabecero. Un banquito de madera rústico hace de mesa de luz mientras que del otro lado se colocó un espejo de piso. La lámpara colgante de Ikea contrasta con las vigas del techo y crean un efecto interesante.
Arriba, vista de un sector del cuarto de baño, donde se aprecian las vigas de madera a la vista de la construcción original. Las paredes se revistieron con azulejos blancos de los más simples posibles para no robarle protagonismo al fantástico techo.
Fotos de Hans Mossel
Via vtwonen.nl